ALTAR DE DIA DE MUERTOS Y SUS ELEMENTOS


ALTAR DE DIA DE MUERTOS Y SUS ELEMENTOS


El altar de muertos contemporáneo es el resultado de la combinación de las creencias religiosas de las culturas mesoamericanas y las creencias religiosas europeas traídas por los conquistadores y misioneros que llegaron con la conquista de América.

El altar de muertos varía en algunas regiones según la idiosincrasia y la cosmovisión de las diferentes culturas. Los diferentes niveles que conforman el altar representan el mundo material e inmaterial o los diferentes niveles que se deben de cruzar para llegar al descanso eterno. De acuerdo con esto existen los altares de dos niveles que son una representación del cielo y la tierra; los de tres niveles representan el cielo, la tierra y el inframundo; también existe el de siete niveles que representa los siete niveles que debe atravesar el alma para poder llegar al descanso o paz espiritual.
Elementos del Altar de Muertos
v  Papel picado
El papel picado de color morado (luto cristiano) y de color naranja (luto azteca). El papel picado comercial incluye variedad de colores y diseños basados en las caricaturas de la Catrina, del caricaturista mexicano José Guadalupe Posada.
v  Retrato familiar
El retrato del familiar recordado sugiere el ánima que nos visitará, éste se coloca en el nivel más elevado del altar.
v  Flores de cempasúchil
Palabra que deriva del náhuatl que significa flor de 20 pétalos, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima. En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
v  Sal
Es el elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año. Otro elemento de purificación es la cruz de ceniza que sirve para purificar el espíritu del muerto de sus culpas pendientes.
v  Velas y veladoras
Con su flama titilante sirven de guía para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. Si se ponen cuatro velas en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.
v  Copal o incienso
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, éste llegó con los españoles. Se utiliza para alejar a los malos espíritus y para purificar el ambiente.
v  El agua
El agua o bebida preferida del difunto, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.
v  Comida
La comida que le gustaba al difunto para deleitar al ánima del que nos visita. Uno de los platillos favoritos que se aparece en el altar en muchos de los lugares indígenas del País es el mole con pollo, además la calabaza en dulce de tacha.
v  El pan de muerto
La iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo“. Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.
v  Calaveritas de azúcar
Que  representan alusiones a la muerte. El posible origen de las calaveritas puede relacionarse con el tzompantli, una hilera de cráneos de guerreros sacrificados colocados en un palo.




POR QUÉ SE CELEBRA EL DÍA DE MUERTOS
Para los antiguos mexicanos, la muerte era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, es decir el reino de los muertos o inframundo
El Día de Muertos fue reconocida en 2003 por la UNESCO como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
La celebración del Día de los Muertos se originó en la época prehispánica, pero esta festividad se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar, el cual iniciaba en agosto. El festejo duraba todo un mes.
Para los antiguos mexicanos, la muerte era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, es decir el reino de los muertos o inframundo.
El viaje al Mictlán duraba cuatro días, tras los cuales los viajeros llegaban ante Mictlantecuhtli (El Señor de los muertos) a quien le ofrecían obsequios.
Posteriormente, eran enviados a una de las nueve regiones donde permanecían un periodo de prueba que duraba cuatro años, antes de llegar a la morada de su eterno descanso, conocida como “obsidiana de los muertos”.
Mictlantecuhtli, el señor de los muertos. Esta pieza se encuentra en el Museo del Templo Mayor.
Los antiguos mexicanos creían que el destino del alma del muerto estaba determinado de acuerdo al tipo de muerte. Por ejemplo, los que morían ahogados iban al Tlalocan o paraíso de Tláloc; los que morían en combate o en sacrificio y las mujeres muertas en parto, iban al Omeyocan o paraíso del Sol.
Los niños muertos iban a un lugar llamado Chichihuacuauhco, donde había un árbol de cuyas ramas goteaba leche para que no pasaran hambre.
El Mictlán estaba destinado para todas las personas que morían de muerte natural.
Un dato importante es que los antiguos mexicanos no creían en el infierno; es decir en un lugar donde habría un infinito castigo. Eso explica que las culturas prehispánicas no temieran a la muerte.
Un artículo publicado por la Universidad Veracruzana sintetiza de esta manera la razón de este festejo para los mexicanos:
"La muerte, en este sentido, no se enuncia como una ausencia ni como una falta; por el contrario, es concebida como una nueva etapa: el muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha. No es un ser ajeno, sino una presencia viva. La metáfora de la vida misma se cuenta en un altar, y se entiende a la muerte como un renacer constante, como un proceso infinito que nos hace comprender que los que hoy estamos ofreciendo seremos mañana invitados a la fiesta".

Comentarios

Entradas más populares de este blog

TODOS SANTOS

CELEBRATION IN NAOLINCO